sábado, 22 de marzo de 2014

CARTA A MECHONES SOLIDARIOS

Esta carta fue escrita por una de las voluntarias que apoyó el evento de Mechones Solidarios en la Plaza de la Mezquita, Benalmádena, el pasado 16 de marzo. Agradecemos enormemente sus palabras que nos dan fuerzas para seguir luchando por esta labor.


Por mucho que los problemas te superen, por mucho que sufras penas o por mucho que la vida te desatienda, en algún momento, en un instante o por cualquier esquina aparece un halo de luz que te hace replantearte tus emociones y demorar tu desesperanza ante una visión general que te ofusca u obceca mientras adormece tu consciencia. La realidad humana reaparece como agua fresca y repone sentimientos, pues siempre queda un resquicio por el que traspasar la amargura y remontar con esperanza las escaleras que ante tus pasos pone la vida.

En estos días, compartí  labor como voluntario con mechones solidarios, asociación sin ánimo de lucro que en un evento público, pelaba por dos euros para recaudar fondos y ofrecer pelucas a costes mínimos a quien sufre cáncer sin medios económicos para superar el mal trago sin penar por el daño colateral que le impone el tratamiento, pues ya sufren suficientemente para por añadido, no tener ni la oportunidad de cubrir su derecho a mitigar el descalabro físico que causa la quimioterapia. En estos eventos compartes con gentes que dan sin pedir nada a cambio y ofrecen de si su tiempo y capacidad, profesionales que trabajan en su día de descanso por y pensando únicamente en los demás, voluntarios que se implican en que todo esté en orden, documentado, presentado, organizado y por consiguiente llegue ampliamente al pueblo llano. Esa realidad te concede un respiro entre penas y amarguras que te obcecan y desmotivan, te presenta historias que remueven la consciencia y te informan que aun la humanidad no pierde su esencia y despierta paso a paso con la voluntad de cooperar con los menos agraciados por la diosa fortuna o la enfermedad. Antes de tan siquiera comenzar una joven que paso por allí con su esposo y su pequeño, pregunto de qué iba el evento y tras oír la información, sin pensárselo dos veces ofreció su pelo, donando una melena preciosa, de un negro brillante, larga y hermosa que adornaba su faz y su sonrisa. Así dio comienzo el día y se inicio una cadena imparable de donaciones, de las que surgían historias que te demostraban que aun el amor y la solidaridad forman parte de la sociedad, que los sentimientos conscientes predominan la vida cuando te pone ante la enfermedad ajena o las tantas penas que sufren ciudadanos desconocidos. Un joven se acercó  y casi sin voz pregunto dónde podía llevar una trenza que se corto tiempo atrás y conservaba en su hogar, pues en ese instante llevaba el pelo corto y sin embargo no quería pasar de largo sin formar parte del evento, otra mujer apareció acariciando con emoción contenida una bolsa que portaba entre sus manos, su semblante mostraba a la vez pena y alegría y con un hilo de voz, contó que traía la melena que su hija perdió cuando se trató el cáncer, entre otras tantas historias particulares de las que afloraban algunas lágrimas escondidas, el día transcurrió con una emoción contenida, emoción que se fundió en un sentimiento común  que preconiza un nuevo despertar a la vida, renovando la esperanza en un nuevo amanecer, pues la sensibilidad permanece viva en los corazones y sin perder su esencia se encamina hacia un despertar cuando el mal acecha y pierde en el transito su alegría, recuperando sentimientos que encasillados olvidaron su realidad primitiva.

GRACIAS A LA VIDA, A LAS GENTES QUE SIN CONDICIÓN OFRECEN AMOR A RAUDALES, LOS QUE DAN SIN PEDIR O ENTREGAN SIN ESPERAR ALGO A CAMBIO, LOS QUE TIENDEN SU MANO O ESCONDEN SU PROPIA ANGUSTIA Y SUS LAGRIMAS PARA COLABORAR CON LOS MENOS AFORTUNADOS, GRACIAS POR SER Y ESTAR, POR NO ABANDONAR AL DESAMPARO LA VIDA Y ELEVAR LA ENERGÍA DE UN MUNDO QUE APARCÓ LOS SENTIMIENTOS QUE CONDICIONADOS, ABOLIERON EL AMOR DEL CAMINO Y DESTINO HUMANO.